Sunday, March 4, 2012

La doñita fiscal

¿De dónde sacan a ciertas fiscales en Puerto Rico? Lo pregunto en serio. Me consta que los estudios de Derecho son sumamente rigurosos, intelectualmente desafiantes. Por eso no tengo claro cómo pueden colarse en el sistema fiscales tan burdas como Maritza Morales, a cargo del caso de negligencia contra Francheska Soto.

“No tenía la energía para ser madre ni tenerle comida a sus hijos, pero si para preñarse...”, dijo esta gran pensadora del derecho puertorriqueño acerca de la joven de 19 años que ha sido acribillada públicamente por una supuesta negligencia contra uno de sus tres hijos.

Si se impresionó con el rico vocabulario de la fiscal (preñarse, como las yeguas, qué metáfora tan puntual), prepárese para cómo la “letrada” arremetió al final de su discurso: “Uno tiene que ser más madre que hembra y aquí tenemos a una hembra”.

Está claro que la señora tiene una fijación con la reproducción del mundo animal. Pero eso incluso es lo de menos. Yo quisiera saber en qué código penal dice que una mujer tiene que ser “más madre que hembra”.

Desconozco cuán negligente fue Francheska. Lo que sí sé es que una de las pocas maneras en que las mujeres pobres y marginadas de este país se sienten validadas, respetadas, merecedoras de cierto estatus social aunque sea ínfimo, es teniendo hijos. La culpa no es de ellas sino nuestra, por ser incapaces de construir una sociedad más equitativa.

Ya quisiera yo que, cuando un padre abusa sexualmente de una niñita, ese golpe de odio de una sociedad entera cayera sobre ellos. Pero mientras a una madre pobre y joven se le vuelve a castigar, se le destruye, los violadores son “frescos”, “enfermos”. Una no escucha a una fiscal acusándolos de ser más “machos que padres”.

Es imposible pedir que no se abuse ni discrimine contra una mujer si tenemos a estas supuestas “profesionales” hablando en corte como si fueran las doñitas chismosas del barrio.

Señora fiscal: en vez de buscar “de Dios” –que es lo próximo que me la imagino diciendo- busque del Colegio de Abogados. Estoy segura que allí le consiguen un buen taller de educación continua sobre Derecho y perspectiva de género.