Friday, February 5, 2016

Felicitaciones



Yo quisiera saber cuál era la celebración del secretario de Justicia y el jefe de los fiscales en su conferencia sobre los supuestos “esclarecimientos” de los crímenes de Francelis Ortiz y Shakira Sánchez. 
Una sumida en un estado de catatonia y dolor profundo y estos señores -que se supone sean de lo mejorcito que tiene este gobierno- te empujan una conferencia de prensa en la que, en lugar de rendir cuentas, se dedican a felicitarse entre ellos por haber hecho el trabajo que se supone hagan todos los días. 
¿Qué es lo que celebra, señor secretario de Justicia? ¿Que en 2015, en el barrio Guzmán Arriba donde asesinaron a Francelis, se registró un asesinato, 15 escalamientos, 15 apropiaciones ilegales, el hurto de un vehículo, robos domiciliarios con una persona herida y la Policía no esclareció un solo delito? ¿Que tuvimos que perder a Francelis para que la Policía que usted tanto defiende decidiera hacer algo en ese sector de alta incidencia criminal? 
¿Por qué en lugar de auto-felicitarse no rinden cuentas? ¿Por qué no nos explican por qué Francelis tuvo que morir cuando la Policía ya sabía de esa banda criminal que actuaba en ese brevísimo sector y no hizo nada? ¿Por qué no dice por qué esos arrestados tienen una retahíla de sospechas de delitos a cuestas y ningún expediente criminal? ¿Por qué ninguna víctima del crimen en Guzmán Arriba fue lo suficientemente meritoria del empeño y la atención de la Policía antes del asesinato de la fiscal Ortiz? 
En este país las víctimas de delitos van a la Policía y lo que escuchan es: “me tienes que traer los testigos”, como si ellas fueran responsables de la investigación. Eso en los mejores escenarios, porque la norma es que te digan que no hay patrullas, que no hay recursos, que no le corresponde a este cuartel sino al otro de más allá. 
Sumémosle que lo poco que se hace no sigue los protocolos constitucionales y los casos se les caen en el proceso judicial. Por eso somos la Isla de la impunidad. Y todavía hay que tragarse a estos señores felicitándose, pasándose la mano. Qué babilla.